martes, agosto 30, 2005

Poetas Itinerantes del Paseo Rubén Darío celebraron vigésimo aniversario.

















Pese a las inclemencias que azotaban el país, el sábado 27 de Agosto , en los salones del IPA, en Valparaíso, se reunieron los poetas de la agrupación POETAS ITINERANTES DEL PASEO RUBÉN DARÍO que dirige la poeta Emilia Poblete, para celebrar 20 años de persistencia en la difusión de las letras a la orilla del mar.

En una reunión de camaradería, poesía y música, se cruzaron recuerdos. Los primeros los esgrimió Juan Meza Sepulveda, quien recordó a Raúl Robles, Rubén Sáez, Modesto Parera, Raúl Astica. Trajo a la memoria la ocasión en que él bajó con niños de Rodelillo al paseo Rubén Darío para que escucharan y leyeran sus propios trabajos. Con pena anotó que nunca el grupo tuvo el más mínimo apoyo de la Municipalidad. Hernán Narbona, por su parte, recordó a los presentes que el Maestro Carlos Hermosilla era otro de los grandes que ya han partido y que este año habría cumplido sus 100 años. Señaló Narbona que en esos domingos del Rubén Darío había dos motivaciones, una de rebeldía y otra de esperanza. Porque los poetas se habían unido para recuperar la libertad y la democracia y sus lecturas junto al mar, durante los ochenta, fueron abriendo espacios para la palabra libre, para rechazar la muerte y pregonar vida.

Representantes de la Sociedad de Escritores felicitaron a Emilia por su entusiasmo y la instaron a seguir sembrando la semilla de la poesía en un mundo que tanto lo necesitaba. Jóvenes músicos presentes se unieron a un emotivo momento que también permitió recordar que Rubén Darío había sido aduanero y como tal se había empapado del dinamismo y magia de nuestro puerto. Muchos elementos para celebrar y por eso, los poetas y profesoras presentes rindieron tributo a Emilia Poblete con un ramillete de flores que simbolizaba la amistad, la belleza y la primavera, pese a todo...

sábado, agosto 27, 2005

EL MAL TIEMPO ANUNCIADO HASTA FIN DE MES


NOS OBLIGA A POSPONER NUESTRA CITA.

27 de Agosto de 2005
Escribimos en medio de la lluvia, con anuncios de que ésta continuará durante la semana, hasta fin de mes.

Por lo mismo, temiendo que ello arruine la reunión de convivencia prevista para el próximo sábado 3 de septiembre, hemos decidido buscar una fecha más propicia y primaveral.

Gracias a la cantidad de amigos que adhirieron. Les rogamos reservar entusiasmo y recursos para una nueva oportunidad.

De antemano, ya cuentan con La Comarca de los Poetas, como un punto de encuentro, poesía, tertulia y amistad.

Resistamos el embate de este Agosto cascarrabias y juntémononos para un dieciocho chico...¿Qué les parece?

miércoles, agosto 17, 2005

PREPARANDO LA PRÓXIMA TERTULIA

AGOSTO UN MES DE TEMER, PERO LOS POETAS !!! SE ATREVEN A CRUZARLO¡¡¡
Transitando este mes que siempre encierra las amenazas de los cambios bruscos de temperatura, lo que tradicionalmente deja bajas entre los adultos mayores, los poetas han querido desafiar este período para cruzarlo con mucho ánimo y fe. Como remate del cruce de un río turbulento, han querido reunirse, una vez más, en la Comarca de los Poetas, para compartir la amistad y celebrar la próxima llegada de la primavera.

El sábado 3 de septiembre, a partir de las 19:30 horas se organiza una velada y cena de camaradería para celebrar "
los que pasaron Agosto" y será con poesía y música. Para adherir deben comunicarse al correo comarcavalpo@yahoo.com haciendo su reserva, pues hay cupos limitados. Asistirán amigos de distintas agrupaciones y lo harán con la alegría de poder compartir sus trabajos en torno a una mesa de amistad.

Ha comprometido su participación la poeta y maestra Dora Miranda, Presidenta de ALIRE , que vendrá a la Comarca con amigos poetas de Vila Alemana; lo propio hará la poeta peruana Lucy Calvo, de la Casa del Poeta Chileno Peruano. También estará Bernardo Castro, dirigente del club Sportiva Italiana, quien nos aportará las historias deconocidas de Valparaíso. La lista crece y la iremos comentando en este diario.

De esta forma, la Comarca de los Poetas quiere saludar a la vida y disputarle terreno a las penurias cotidianas. Recobrar ánimos para seguir en el derrotero de la creatividad, con el gran desafío de inspirarse en los misterios del vino, de la conversación, del buen relato, de las historias sencillas que puedan entrelazarse en torno a una parrilla humeante, en el corazón de Valparaíso.

sábado, agosto 13, 2005

UN POEMA IRREVERENTE FRENTE A LA MUERTE

De EROSCIDIO. AMÁTICA CONTRA EL DESAMOR

Hernán Narbona Véliz

VIVIDOR

Si la Muerte me intima

a seguirla algún día,

yo la haré concubina

con cuatro anclas tendidas.

Esgrimiendo una rosa,

un poema y un lirio,

he de arar sus desiertos

escarbándole vida.

Y tras soles marchitos,

distraída en mi risa,

la veré derretirse,

desvirgada y rendida.

Mas, sabiendo que al cabo

ganará la partida,

procuraré que me extrañe

cuando vague perdida.

En su estero de luna,

solterona aterida,

de mi tacto insolente

quedará poseída.

sábado, agosto 06, 2005

UN ESPACIO DE ENCUENTRO CULTURAL









EN MEDIO DEL ANFITEATRO NATURAL DE VALPARAÍSO PATRIMONIAL

lunes, agosto 01, 2005

Convocatoria del Taller Literario Azul


Al rescate de la memoria

El Taller Literario Azul -cuyo nombre evoca la obra AZUL de Rubén Darío y que el eximio escritor nicaragüense escribiera durante su permanencia en Chile, cuando trabajaba como funcionario aduanero (1889)- asume desde la poesía y las letras una tarea corporativa, que es fortalecer la identidad de los servidores públicos de la Aduana chilena.

Los aduaneros chilenos conforman un cuerpo afiatado y su Asociación gremial acaba de cumplir 95 años. Sin embargo para potenciar al Servicio de cara al futuro, se debe revitalizar la organización respetando la experiencia de sus pioneros y reconociendo su identidad y bonhomía.

Por ello, el Taller Azul, a través de su Coordinador, el Poeta y Administrador Público, Hernán Narbona Véliz, convoca a los actuales y antiguos funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas, incluyendo a todas las personas que estudiaron en la Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad de Chile de Valparaíso -Escuela de Aduanas- a un Concurso Literario de Relato breve, que busca rescatar la memoria institucional del mundo aduanero chileno, sus anécdotas, sus personajes, las luchas gremiales, los mártires y víctimas del período dictatorial, las gestas deportivas, romances y leyendas.

Concurso Libre de Relatos Breves: Crónicas, historias, anécdotas del mundo aduanero chileno.
  • Extensión máxima y formato: 25 carillas tamaño carta, espacio 1,5, letra Arial 11, márgenes superior e inferior de 2 cmts., izquierdo y derecho de 3 cmts.
  • El relato debe ser firmado con seudónimo.
  • En sobre aparte y cerrado, deberán señalarse Nombre, RUT, Dirección postal y de e-mail del autor y se debe referir su relación con el medio aduanero.
  • El plazo de entrega de los trabajos será el 30 de Octubre de 2005.
  • Se aceptará el envío en formato electrónico.
  • Los resultados se entregarán, en coordinación con la Asociación Nacional de Funcionarios Aduaneros, ANFACH, y con la Dirección Nacional de Aduanas, en Diciembre de 2005.
  • Se publicarán los mejores trabajos en una Antología sobre la Memoria Aduanera chilena, bajo el sello Azul.Consultas al e-mail hnarbona@aduana.cl señalando en el subject: Rescate de la memoria aduanera -2005

Tercer premio Nueva Acrópolis gana Poeta Oscar Díaz

El poeta porteño, Oscar Díaz, miembro del Taller Azul del Servicio Nacional de Aduanas, fue galardonado por obtener el Tercer Lugar en el Concurso convocado por la asociación Nueva Acrópolis, de la ciudad de Quilpué, Chile. En el certamen literario participaron alrededor de 100 poetas nacionales y extranjeros.

Oscar Díaz es un poeta que ha participado entusiastamente en La Comarca de los Poetas y lo felicitamos por este premio y por su persistencia en el sendero de las letras.

A continuación el poema con el cual logró este galardón:

PARA MARIA


Voy a hacerte el amor
sin darte tiempo
a que las flores de tu pelo
se marchiten
a que los pájaros dormidos
de tus ojos
vuelen a otros ojos
y entonces
tu piel tan temblorosa
se brindará tiritando
silenciosa
al embrujo de las manos mías.
Voy a darte el calor
de otros labios
que convierta el río de tu boca
en fantasía
y poco a poco nos iremos fundiendo
barro y perfume
pan y poesía
y así mi cuerpo será en tu cuerpo
uno solo,
María.


Oscar Díaz del Canto
(Odiz Delcé)

Recordando la primera Tertulia






Tertulia en La Comarca de los Poetas
Hernán Narbona Véliz
29 de Abrl de 2005

Fue sin dudas una ocasión especial. Porque para organizar esta tertulia literaria del 29 de abril en mi casa, había tenido como cómplices a Lucy Calvo, a Roberto Sapiains, a Iris Santibáñez y a León Santoro Funes. Con todo lo imprevista y puntual que suele ser la muerte, este último amigo no pudo estar con la disertación en homenaje a Cervantes que preparaba y por ello, la velada tuvo el aire de una despedida, de un velorio cantado en poesía, de pinceladas de amistad postrera. Como ese sentido poema que le dejó a León, Juan Meza Sepúlveda, el poeta que canta sus sueños desde la meseta de Rodelillo y que representó en la velada a la Sociedad de Escritores de Valparaíso. O el poema con que Alfonso Larrahona se despidió esa noche en el que se plantea frente al final de la existencia diciendo: “... ¿me valdrán, Señor, estas dos manos, ya cansadas de dar? ¿Valdrá mi grito?...” “...Cuando caiga, Señor, como un villano, vagaré por tus ojos infinitos”.

Sentí que Valparaíso acusaba el golpe y exigía que apuráramos el paso en el rescate de la actividad cultural, desde las letras. Sentí que se nos exigía abrir las puertas, resignar las pequeñas pertenencias gremiales para conocernos transversalmente, o más bien reconocernos y reencontrarnos en nuestros trabajos concretos, porque la sensación que nos embarga es estar en medio de una tempestad y nuestros brazos son necesarios para amarrar las espías de esta nave que es la cultura, al espigón seguro de la palabra, del pensamiento, de los valores y de la belleza.

Para no ser tragados por la mediocridad ambiental que se ha avasallado sobre las urbes. Fue una sesión distendida, donde despedimos al amigo. Donde escuchamos su voz, su risa, su palabra aguda y certera exigiendo que la clase política hiciera bien su trabajo, que no quería parlamentarios viviendo para el marketing. Se trataba del programa América latina Hoy, en Radio Valentín Letelier, emitido en Agosto de 1990. La validez de esas ideas era total, y lo lamentable es que aquello que León temía se ha dado tal cual, durante los ya quince años de democracia, y hoy nos encontramos sumidos en una sociedad mediática y farandulera, la gente lee muy poco y el gusto por la palabra se va perdiendo. Existe la necesidad de una política cultural diferente, no se trata sólo de repartir fondos concursables, se necesitan medidas de fondo para volver a generar espacios urbanos para que los creadores puedan trabajar, dentro de los barrios, nutriéndose con sus sueños, tradiciones y esperanzas para no ser tragados por la mediocridad ambiental que se ha avasallado sobre las urbes.

Fue una sesión distendida, donde despedimos al amigo. Donde escuchamos su voz, su risa, su palabra aguda y certera exigiendo que la clase política hiciera bien su trabajo, que no quería parlamentarios viviendo para el marketing. Se trataba del programa América latina Hoy, en Radio Valentín Letelier, emitido en Agosto de 1990. La validez de esas ideas era total, y lo lamentable es que aquello que León temía se ha dado tal cual, durante los ya quince años de democracia, y hoy nos encontramos sumidos en una sociedad mediática y farandulera, la gente lee muy poco y el gusto por la palabra se va perdiendo. Existe la necesidad de una política cultural diferente, no se trata sólo de repartir fondos concursables, se necesitan medidas de fondo para volver a generar espacios urbanos para que los creadores puedan trabajar, dentro de los barrios, nutriéndose con sus sueños, tradiciones y esperanzas.

Lucy Calvo, poeta peruana, arequipeña, avecindada hace 16 años en Valparaíso, remató este concepto con su poema La Palabra que en su parte final nos marca: “...hay rabia y desconcierto... Mientras algunos tontos trasnochados en molinos de viento la cabalgan” “pequeñez vagabunda la rodea sin explicar porqué existiendo el agua ha tiempo, mucho tiempo no se baña, con baño de verdad y de bautizo y anda rodando sucia, sucia y envilecida, la palabra”.

La tertulia literaria estuvo enmarcada en esa sensación de orfandad que han vivido los creadores y que se resume en mi poema de 1993, Poetas en Transición, que dejo al final de esta crónica, y que mantiene una dura pertinencia y actualidad. Juan Cameron, destacado poeta de mi mismo barrio y de historia paralela, con quien, extrañamente, nunca había tenido oportunidad de compartir, en la misma tácita sintonía, entregó sus estrofas libertarias, agudas y hermosas, señalando que “el vulgo maestre nos reglamenta el tránsito, el tuerto que se monta a la gallina ciega quiere reglamentar el tránsito, todos quieren reglamentar el tránsito” “... pero, las vacas chocan con las carretelas...” “...y el pobre peatón ya no tiene zapatos”.

Jaime Contreras Páez, profesor, Doctor en Filosofía presentó un sorprendente poema que remeció a la concurrencia. Su trabajo El Altísimo, mostró la agudeza de una pluma intelectual de fuste. La Profesora Dora Miranda, Presidenta de la Agrupación Literaria Regional nos trajo esa dulzura profunda de la Mistral, cantando a los niños de escuelas pobres de Playa Ancha. Poesía dulce, de la tierra, que nos llevó a un homenaje a la Escuela Normal, recordando al profesor Sergio Escobar, que me guiara a los nueve años en el camino de las letras, con una publicación en 1960, Ventanario, Cristal y Luz del Niño. Sergio Escobar fue compañero de Alfonso Larrahona, y ambos sembraron como labradores por muchas generaciones el gusto por la poesía.

Jorge Candia, también profesor hizo una apología a la lengua hispanoamericana, mostrando luego sus dotes de declamador que le han valido un reconocimiento nacional con un recorrido por más de 250 comunas, pueblos y ciudades de Chile. Es así como, en un clima fraterno, se propuso en la tertulia agendar actividades para recordar a otros maestros, como el grabador y poeta Carlos Hermosilla Álvarez, cuando se cumpla este año el centenario de su natalicio.

Otro sello especial que tuvo la jornada es que se realizada en casa de alguien que pertenece al mundo aduanero. El Taller Azul que creamos en la Aduana ha querido rescatar el hecho que Rubén Darío, poeta nicaragüense, fuera un empleado de Aduana en el siglo XIX. Por eso esa noche, éramos cinco colegas aduaneros los que participábamos de la velada. Roberto Sapiains, Eduardo Morris, ambos colegas Administradores Públicos, Oscar Díaz, poeta y PatriciaToledo, periodista encargada cultural de la Aduana de Valparaíso. Oscar Díaz sorprendió con su buena poesía y deleitó a la audiencia con su poema a María.

Otro sello especial que tuvo la jornada es que se realizada en casa de alguien que pertenece al mundo aduanero. El Taller Azul que creamos en la Aduana ha querido rescatar el hecho que Rubén Darío, poeta nicaragüense, fuera un empleado de Aduana en el siglo XIX. Por eso esa noche, éramos cinco colegas aduaneros los que participábamos de la velada. Roberto Sapiains, Eduardo Morris, ambos colegas Administradores Públicos, Oscar Díaz, poeta y Patricia Toledo, periodista encargada cultural de la Aduana de Valparaíso. Oscar Díaz sorprendió con su buena poesía y deleitó a la audiencia con su poema a María. Una invitada señaló al agradecer,
que ella sentía la energía y el olor al poema en esta tertulia.

Realizado el encuentro en esta comarca que une el mundo de las Aduanas, de la Poesía, de la Educación y de la Amistad, constituyó un momento propicio para informar del próximo museo de la Aduana vieja, de su carácter de monumento nacional, y de un próximo homenaje a Rubén Darío, quien escribiera su libro Azul, siendo funcionario aduanero, inspector de carga, en el muelle fiscal de Valparaíso, por allá por 1888, durante el gobierno de Balmaceda. Pero, además de lo literario e histórico, se planteó la urgencia de reponer en la memoria y como parte de ese museo aduanero a las víctimas aduaneras de la dictadura a quienes se adeuda un homenaje, tanto de sus colegas, como de la institución. En la tertulia se dieron momentos de profundo significado ya que estaban presentes Eduardo y OlgaMorris, hermanos de Mario Morris, fusilado en Pisagua.

El corolario de la noche, lo dieron los últimos poemas leídos por Oscar Díaz, Gisella Shellhorn, Jorge Candia, Roberto Sapiains. Fue muy emotivo ver a mi hijo Pablo, de 20 años, presentar en esta tertulia sus trabajos y también lo fue poder presentar a Rosy, mi mujer y compañera, el último poema que le he escrito, Abrázame, mi amor. La amistad, la emoción, la risa y las lágrimas, fluyeron en forma natural y el compromiso de todos, poetas y participantes, fue reincidir en este espacio de reflexión, construyendo y fortaleciendo confianzas, juntándonos en estos espacios porteños que nosotros mismos nos brindamos, haciendo oír nuestra voz, aun cuando el sistema insista en apagarla.

Mi sensación final es que todos necesitamos sacudirnos el individualismo que nos hace inflar fatuas egolatrías, para participar cada cual con sus talentos, en forma generosa y humilde, de cara al pueblo, como parte de él, tal como la comunidad espera vernos a los poetas. León Santoro estuvo presente constantemente y así lo expresaron María Isabel, su viuda, su hija Betty y su esposo. Esta tertulia que iba a ser un homenaje a Cervantes, al elevar la palabra a la noble categoría de las emociones, permitió que cubriera con creces esa expectativa inicial. En lo personal, siento que fue un reencuentro necesario con la poesía, esta compañera omnipresente, que nunca más debe quedar pospuesta para un mejor ocasión.

POETAS EN TRANSICIÓN[i]

Formularon incómodas preguntas…Los interrogados miraron de soslayo…Luego, siguieron en lo suyo, impávidos, proyectando perfiles, asociándose en la ploma cofradía del silencio…

Les habían asignado a los poetas, estos anárquicos bohemios que rayan la pintura de los solemnes jueces, un rol categórico: Voz de los que no tenían voz, faro guía para que navegaran los faluchos en la noche.

Por justo dieciséis los poetas se la tomaron en serio…Sesionaron por largos manteles clandestinos concertaron madrugadas y epitafios. Claro que hubo algunos que prefirieron alardear de herméticos: se tragaron los gritos, se excusaron con crisoles modernistas…

Otros, usando largas botas para el barro, se construyeron palafitos y como los canarios cantaron dulcemente desde sus jaulas…

Pero, los más, se volcaron a cabezazos, a pura tinta y brocha gorda contra los túneles convivientes… Fue por dieciséis, acaso menos, los poetas nunca pintaron sus caras fueron dramaturgos de lo cotidiano. Espartanos gladiadores de la palabra. Todos ellos, escribiendo, actuando, cantando, grabando o esculpiendo, pintando, gritando o murmurando…También vociferaron. Era la tarea social que les imponían.

Y gritaron fuerte. Se tomaron en serio ser voz de los que no tenían voz. Todos ellos estuvieron, a su modo, dándose de codazos para ser vanguardistas. Pero la mayoría, al fin y al cabo en la misma línea…

Se la creyeron: faros. Con la soledad a cuestas como todos los faros. Con rompientes a cada verso, como en todos los faros. Dando a luz esporádicamente, como todos los faros. Sin pretender avisos luminosos para ayudar al gasto de energía, así son los faros... Todavía, al menos, nadie ha publicitado diet cola en los faros.

Poetas, faros, iluminando a tientas los apagones…Y ellos se la creyeron…

Pero, justo a la salida, con la garganta ronca, faltando varios, ignorados, dispersos, sin la más mínima antología, los poetas creyeron que el gran eco de todas las voces les respondería. Que manaría de las montañas una respuesta casi absoluta: el eco rompiendo los tímpanos de las cansadas ciudades. Esperaron, esperaron. En vano reposaron sus espaldas sobre los muros que quedaban. Nada se oía, nadie respondía.


Sólo empezaron a ver las multitudes, sólo percibieron algunos abrazos, unas pocas lágrimas. Y, luego, las carreras, las bolsas plásticas de las liquidaciones y el silencio. Todos pasaron de largo, los escaparates repletos de testimonios se pusieron amarillos. Los trabajadores del arte quedaron cesantes cambiando afiliados de aefepé en aefepé.

No los antologó nadie, los discursos perdieron vigencia Resultó demodé tanta nostalgia. Los silenciosos burócratas de siempre, con su amnésica mirada, archivaron los dieciséis, como si nada.
¡Lástima! Lástima que los poetas se la tomaran tan a pecho."

[i] Hernán Narbona Véliz, Memorias Poéticas y Licencias para un Reinicio, Umbral Editores, 1993.