Una simple opinión:
En mi modesta opinión considero que más que concursos de poesías falta una cultura poética en nuestro país. Misión que estimo correspondería principalmente a las entidades literarias serias, que desarrollan sus actividades bajo una atmósfera de intelectualidad en su grado mínimo.
En este mundo de rebeldías y frivolidades la poesía ha pasado a ser la hermana pobre entre las diversas manifestaciones del arte.
En la ciudad donde resido, Quilpué, existe anualmente un concurso juvenil de piano que ha alcanzado prestigio internacional. Ningún participante llega sin haber tomado previamente clases de piano, en algún conservatorio o, al menos, clases por un par de años con algún prestigioso profesor de música. Cabe señalar, además, que en este tipo de concursos participan solamente los que tienen algún grado de talento. ¿Por qué en poesía no ocurre lo mismo?
Colleridge afirmaba que la poesía es el espontáneo desbordamiento de los sentidos; y que si hay espontaneidad es que hay, también, verdad.
La literatura está en crisis en nuestra sociedad por una pérdida axiológica fundamental. A menudo se confunde “éxito” por excelencia y, la masa que adolece de principios, en su afán imitativo responde a lo grotesco de una “cultura” que no es tal.
La ausencia de una razón primigenia que oriente en una constante y renovada visión estética-espiritual, nos conduce día a día a un creciente sentido nihilista, a la pérdida del poder creativo de la poesía que, inexorablemente, conduce en forma directa contra los cristales donde se proyectan los sueños, al ideal prístino, a la esencia lírica y pureza primitiva de la palabra.
Luis Ossa Gajardo
Círculo de Escritores de la 5ª Región
Ref. Críticas Biblioteca Nacional de Chile.
Quilpué, 29 de noviembre de 2005.
Un lugar de Valparaيso para la creatividad y el estudio
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